Del 24 al 31 de mayo de 2024
El Día 24 temprano, hicimos el recorrido por la Bahía recogiendo a todos los participantes de este viaje.
Soria está lejos y tuvimos que ir haciendo las paradas preceptivas para el conductor y para que nosotros diéramos algunos paseítos.
La última parada la hicimos en Medinaceli, ya en la provincia de Soria. Hicimos la foto de grupo en el Arco Romano, dimos un paseo hasta llegar a la Plaza Mayor y deambulamos un poco por las calles de este precioso pueblo soriano.
El Día 25, nos trasladamos hasta Calatañazor comenzando la ruta en el Sabinar, uno de los más antiguos del mundo, desde allí fuimos al pueblito Abioncillo. Siguiendo el río Abión llegamos hasta la Fuentona, lugar que nos encantó, y de allí a la Cascada, que aunque estaba seca también nos gustó mucho. Desandamos el camino y el autobús nos recogió y nos acercó a Calatañazor donde almorzamos y paseamos por este pueblo que te traslada a la Edad Media.
El Día 26 nos dirigimos a la Tierra de Pinares donde por unos caminos preciosos totalmente cubiertos de vegetación llegamos a la Cascada de la Cueva Serena, más tarde pasamos por la Cascada de la Chorla y desde allí nos dirigimos al Mirador de Castroviejo que son unas formaciones rocosas y con vistas maravillosas. La bajada hacia Duruelo presentó algunas dificultades, pero que se salvaron con la colaboración de todos.
Una vez acabada la ruta el autobús nos llevó a Molinos de Duero donde nos esperaba una sabrosa comida en La Serrería. Luego dimos el paseíto para bajar un poco la comida y volvimos a Soria.
El Día 27 teníamos la etapa reina. Después de pasar por Vinuesa nos acercamos al parking del parque y desde allí comenzamos la subida a esta preciosa Laguna Negra que a nosotros nos pareció verde. Desde allí iniciamos la subida por una empinada y pedregosa ladera hacia la Laguna Helada, pero pasando antes por dos preciosos miradores. La gran mayoría siguió hasta el último punto de la ruta. La bajada que temíamos fuera más complicada la realizamos muy bien.
Después nos trasladamos en bus hasta Vinuesa, hermoso pueblo con interesantes casas palacio y terminando en el restaurante La Corte de los Pinares donde hicimos la mejor comida del viaje.
El Día 28 tuvimos un día muy completo con una preciosa ruta a lo largo del Cañón del Río Lobos, llegando hasta la preciosa ermita de San Bartolomé y la Cueva Grande. La ida la hicimos por arriba y la vuelta siguiendo el río Lobos.
Después fuimos a comer a San Esteban de Gormaz y tras la comida, hicimos la visita guiada de esta villa.
Nos encantaron las dos iglesias románicas: Nuestra Señora del Rivero y San Miguel Arcángel, ambas con sendos magníficos porches columnados.
De allí y sin perder tiempo llegamos a El Burgo de Osma, visitamos la Catedral, de la cual nos impresionaron no solo el edificio sino los tesoros que alberga, entre todos destacar la Sala capitular románica con el sepulcro policromado de San Pedro de Osma. Al salir de la Catedral nos llegamos hasta la plaza mayor y rápidamente volvimos al autocar porque nos pasábamos de tiempo.
El Día 29 estaba dedicado al sur de la provincia. Tuvimos que seleccionar visitas y nos quedamos San Baudelio, Berlanga de Duero, Almazán y Morón de Almazán.
Comenzamos por la incomparable ermita de San Baudelio que de manera milagrosa aún conservamos parte. Luego fuimos a Berlanga, destacando la Colegiata de Santa María del Mercado, magnífico templo gótico con aires de catedral. Luego visitamos el Castillo desde donde se divisaba la ciudad.
Nos dirigimos Almazán donde teníamos el almuerzo y luego dimos un pequeño paseo visitando la iglesia de San Miguel de la que destacamos la cúpula octogonal mudéjar.
Para finalizar el día fuimos a Morón de Almazán en cuya preciosa plaza mayor nos hicimos la foto de grupo.
El Día 30 teníamos el paseo guiado por Soria y el paseo por el Duero.
Por la mañana nos esperaba Javier con el que habíamos ya disfrutado y aprendido el día anterior. Recorrimos la ciudad, parándonos en los sitios más emblemáticos como San Juan de Rabanera, Santo Domingo y pasando el puente medieval, San Juan de Duero.
Por la tarde iniciamos el paseo senderista desde el hotel y después de pasar por San Juan de Rabanera bajamos al Duero hasta llegar al Puente de San Saturio, lo cruzamos subimos a la ermita, pero estaba cerrada por obras. Nos dirigimos a San Polo, después seguimos por las pasarelas del Duero hasta el puente medieval que cruzamos y continuamos de nuevo por la margen derecha hasta el puente del Perejinal y dar la vuelta por la margen izquierda hasta llegar a San Juan de Duero y puente medieval, donde terminó el paseo. Precioso paseo con vistas de la ciudad.
La reseña puede que sea larga, pero ha sido un viaje con mucho contenido, aunque lo más destacable ha sido el ambiente de amistad y alegría que los participantes han sabido crear.
Muchas gracias y nos vemos en el próximo viaje senderista.